Por el año 2000, Laura Catena descubrió en distintas zonas de Mendoza a productores que venían trabajando sus viñedos con dedicación y resultados asombrosos desde hacía años. El primer encuentro con algunos de estos productores fue en la posta del viñatero o "taberna del productor" donde bebían vino y hablaban de manera apasionada por horas y horas sobre sus suelos, vides y la búsqueda desenfrenada por mejorar la calidad de sus uvas.
"Desde aquel momento admiramos su trabajo arduo y capacidad a la hora de trabajar la viña y por eso quisimos homenajearlos elaborando estos vinos de sus singulares viñedos."
Cada etiqueta de La Posta ilustra la historia de estas familias productoras. El diseño de la etiqueta se inspiró en el Art Nouveau y Art Déco de los años 1920 y 1930.
